lunes, 8 de abril de 2013

Consejos Útiles Para Favorecer La Digestión


Recomendaciones para favorecer la digestión
Necesitamos energía para todo, para movernos, para pensar, para que nuestros órganos siguen funcionando, para depurar hacernos ... El combustible para obtener esta energía son los alimentos, digeridos y absorbidos. Por esta razón, en todos los casos de debilidad, del tipo que sea, es de vital importancia mejorar la digestión.

La digestión pide una serie de acciones mecánicas (movimientos del estómago, peristaltismo intestinal) y otros de químicas (secreciones enzimáticas). El proceso digestivo es comparable al de cocinar; el estómago es la cazuela donde ponemos el agua y los alimentos para preparar un caldo, que se "cuece" con calor y jugos digestivos.

Las recomendaciones que damos a continuación son útiles para cualquier persona que quiera mejorar su digestión.

  1. La relajación es el primer paso. El proceso digestivo está controlado por el sistema nervioso parasimpático (el que predomina cuando nos relajamos). El parasimpático da la orden a las glándulas de segregar jugos digestivos y, además, regula los movimientos de los órganos y vísceras implicados en la digestión.
  2. La masticación es un paso decisivo para el proceso digestivo sea eficaz. Con una correcta masticación no sólo se desintegra el alimento sino que favorecemos los procesos siguientes: la producción de saliva que contiene mucina (moco lubricante) y de una enzima que hidroliza los hidratos de carbono (la ptialina), se potencia la acción del parasimpático, se estimulan los meridianos del estómago (mandíbula superior) y de los intestinos (mandíbula inferior) preparándolos para el proceso digestivo: se ajusta al contenido de agua de los alimentos. Cuando se ingieren alimentos muy secos como los panes, las galletas, la bollería o las frutas secas, deberíamos masticar hasta que reposéssim el agua que les falta.
  3. Una velocidad de ingesta adecuada: comer despacio, evitar las prisas.
  4. Busca un entorno agradable y calentito para comer.
  5. Evita beber durante las comidas o inmediatamente después. Los líquidos en exceso (aunque sean infusiones) diluyen los jugos digestivos y dificultan la digestión.
  6. Evita los alimentos fríos sobre todo durante la comida, por ejemplo, agua fría, zumos, helados, demasiado ensaladas o muchas frutas.
  7. Evita muchas mezclas de alimentos diferentes en cada comida, por ejemplo, alimentos ricos en proteína con cereales.
  8. Evita dulces de postre.
  9. Consume en cada comida verduras con sabor amargo que según la Medicina Tradicional China ayudan a que la comida descienda a su caudal natural, por ejemplo, endibias, achicoria, escarola, rúcula, germinado de fenogreco.
  10. Las comidas más abundantes se realizarán por la mañana y al mediodía. La cena debe ser ligera. La mejor hora para comer es aquella en la que el sistema digestivo está mejor preparado para procesar los alimentos. Según la MTC, el sistema digestivo tiene su máxima energía entre las 7 y las 11 h. solares, por lo tanto, estas son las mejoras horas para hacer las comidas principales. A partir de las 19h solares, las comidas deben ser ligeros, sobre todo por las personas con más debilidad digestiva. Como dice el refrán popular: Desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un pobre ".
  11. No hacer ninguna actividad en cuanto acabas de comer. Como decían nuestras abuelas: "Después de comer ni un sobre leer". Lo más adecuado es reponer como mínimo 15 minutos.

¿Y si eso no es suficiente?
Cuando las anteriores medidas no son suficientes para mejorar la digestión, proponemos las siguientes recomendaciones:

Antes de comer poner bajo la lengua una pequeña cantidad de umeboshi (el equivalente a un garbanzo) y dejar que se deshaga lentamente. El umeboshi hace segregar una gran cantidad de saliva que ayudará a digerir mejor.
Comienza la comida con una taza caliente de caldo de verduras, algas y miso.
Después de la comida toma una taza pequeña de una infusión mezcla de plantas digestivas como anís, hinojo, cilantro, menta, regaliz, manzanilla, melisa...

Si hay dificultad para digerir las grasas, toma una cucharadita de lecitina de soja y de 20 a 30 gotas de extracto de boldo con alcachofera disueltas en una taza de agua. La primera ayuda a emulsionar las grasas y el segundo estimula la producción y secreción de la bilis necesaria para digerirlas.
Toma de vez en cuando suplementos de enzimas digestivas después de las comidas más indigestos. Por ejemplo, comprimidos de piña y papaya.  Cuidado!  No abuse de estos suplementos porque el organismo no pierda la capacidad de producir enzimas.

Hazme caso, sigue estos consejos y verás lo bien que te sientes. Los resultados se notan desde el primer día pero su implementación puede llevarse a cabo de forma paulatina.

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